_Decisión varios años postergadas que ha llegado a su fin_.
Sentir el corazón constreñirse, retraerse,
hasta volverse un órgano casi inútil
y el alma que abandona el cuerpo
y las lágrimas que ganan la batalla,
toman por asalto las mejillas,
surcan y queman con salobre,
indolente estilo…
¡Triunfante!
Sólo queda mirar al cielo
apretar, entrecruzar los dedos temblorosos,
en una penitente y mendicante actitud,
agachar la cabeza y preguntar:
¿¡Hasta cuando!?
Aprieto los dientes con furia,
la rabia contrae los labios, en una mueca,
intento crear una sonrisa de resignación.
Trato de no dejarme llevar por las lágrimas
escondo la mirada, doy la espalda
tras una frase, amarga, hiriente,
siento humillación, una vez más.
Hasta cuando…
Los pasos cansinos, aplomados
sin ganas de seguir, de dar el siguiente paso.
Las madrugadas solitarias mirando el vacío.
¡Siento tanto frío!
Aspiro bocanadas de un cigarrillo tras otro
oculto el nerviosismo,
consciente del humo
que se filtra en mis pulmones y
sin importar que con ello resta algo,
de lo poco que me queda de vida…
Que ya no deseo.
Los ojos apagados por la tristeza.
Miro, espero verlo llegar en la lejanía.
Trato de divisar una tímida luz
que me permita ver…
El umbral de esperanza.
Dime tú, ¿hasta cuándo?
Apiadándote de mí, de por sí,
pobre y empequeñecida humanidad
responde…
¡¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?!
Crisálida.
Sentimiento sustanciado de emociones, plasmadas en palabras, dichas en un susurro que brotan del fondo de mi Alma.
martes, 1 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Sentir ese vibrar del alma y no saber donde abrigarse.
Tantos sentimientos acurrucados en las lágrimas de una noche interminable.
Que bello es leerte.
Cielo
(lluvia)
Así...
tus doradas formas
de océanos espejados
brotan,
como un espejismo atroz...
Un gemido
profundo
sacude una tempestad de sombras
y de la brisa que cautiva las costas
se desprende
un tibio perfume
que cae
en el azulado cristal de tus ojos.
Así...
sobre el lecho sedoso de tus labios
descansa
la plenitud de verte,
como una destello hipnótico...
¿Qué sed invencible se mezcla en mi sangre cuando mis ojos posan sus lágrimas en tu fotografía?
Las gotas se detienen y dejan
una cicatriz de otoño amarillento,
el cielo desparrama su silencio
y un fervor amanece...
...nada es mas sutil que
este instinto terrible
de sentir
el presagio
de tus heridas.
An
(magno07)
A veces es necesario llegar hasta el final, donde ya no ha mas lágrimas, ni tristeza para poder abrigar las esperanza; un bello poema que duele, pero a la vez se ve el atisbo de la respuesta esperada. Un saludo desde mi bello Coquimbo, Chile, Patricia
http://patpoemas.blogspot.com/
Muchas gracias! disculpa la demora, pero mas vale tarde que nunca . hermosas letras las tuyas!
MUCHAS GRACIAS, Patricia!
Publicar un comentario