Voy a preservar tus sombras
del naufragio.
Voy a atrapar tus ojos
calcinados de nadas.
Voy a arder 
y devorar tus llamas
cuando mis tobillos trepen
hasta tu espalda
y arranquen sueños cansados
de este pedazo de cielo
que es tu cama... 
Te invitaría a hundirte en mis ojos,
 llenos de cenizas de los recuerdos pasados,
 con un nuevo mirar de nuestras almas, 
sonreír en las mañanas 
servirte este amanecer 
y darte más madrugadas. 
como en la mía, 
los instantes aquellos 
que nos marcaran por siempre 
con ese sabor agridulce del recuerdo 
De un amor que fue 
y no era su momento.
        
          
 
 

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