Una tarde de domingo cualquiera
cuando el dolor de la soledad
llegue a tu corazón.
Sentirás la falta
y notarás mi ausencia.
Mirarás tus canas
y te preguntarás
como serían los niños
si los hubiéramos engendrado juntos.
¿Tendrían el color de sus ojos?,
¿o su risa cantarina?
- Querrás saber –
Verás atrás
y no serán mis huellas
las que estén al lado tuyo.
Invocarás al cielo
y te llenarás de preguntas,
más, será en vano reclamarle a la vida,
tu falta de valor.
2 comentarios:
Acabo de perder (como siempre) el texto redactado. Por cariño a tu persona y a tus poemas lo hago de nuevo con la ilusión de que esta vez te lleguen mis humildes palabras, rendidas ante la belleza de tus versos y la calidad de tu persona.
Felicitaciones, parabienes y enhorabuenas, por el conjunto que María Vero supone para el orden del "universo mundo"
Abrazos cargados de agradecida amistad. M. A.
UN abrazo en la distancia, se le extranha
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