Un día cuando Yo ya no esté 
Y mires el lecho frío, vacío, 
abandonado 
comprenderás el porqué muchas veces, agotada, 
sólo reclamaba… 
Un abrazo. 
Un día, cuando abras el placard 
y veas el espacio que ocupaban mis prendas; 
Sabrás darle el justo valor 
y entenderás porque llenaba más 
el aroma al almuerzo del día, 
que se desprendía de mis ajados y percudidos vestidos, 
que la fragancia a perfume Francés 
que buscabas alguna vez a la semana… 
Fuera del hogar. 
Un día 
Necesitarás de un oído cómplice para descargar tus frustraciones del día; 
Y sabrás el porqué   
había momentos en que sólo necesitaba un beso en la frente 
Alguna vez, cuando en un déja voú 
creas oír mi voz en otra boca 
aprenderás a valorar mis palabras 
y escucharás a lo lejos 
mis largos silencios en la lejanía. 
Un día…
Cuando Yo ya no esté.
 
Cuando Yo ya no esté.
 
 

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