lo sientas 
como el más gélido gesto de un traidor. 
Que cada beso, que des o recibas, 
tengan el sabor y la amargura de la hiel. 
Que tus brazos 
sean como alambres de púas herrumbradas 
del cual huyan despavoridos 
al intentar cualquier acercamiento hacia ti. 
Quisiera me necesitaras 
de la misma manera que lo hice yo 
Y te encuentres con una fortaleza inexpugnable 
Y que ruegues, E implores, 
Y nadie preste oídos a tu clamor. 
Que tu cuerpo bulla, hierba de nostalgias, 
con esos deseos tan profundos… 
Que la sangre al circular por tus venas, 
la sientas como rastrillo, arañándote, 
cada milímetro las arterias 
hasta llegar a tu corazón. 
Y al llegar, 
cada gota, 
sientas como ácido quemándote la piel. 

 
 

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