El otoño cómplice con su tenue,
pertinaz llovizna, invita
a encender candiles perfumados
que dejan reflejar tus facciones
en un ambiente cálido, etéreo
Sutil
Como tu figura bajo las sábanas
esperando por mi presencia
que se hace desear
como ese beso de boca entreabierta
que se promete sabroso, generoso
Y aún no llega.
Evocaciones de
los dedos entrelazados, utilizados
como soporte para acometer
con mayor ardor, fuerza y pasión
en busca de la esencia misma
de mi Ser con ese fuego infinito,
abrasador que llevo dentro
y a pesar de todo
no se diluye con el paso
del tiempo.
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