Crisálida.

Sentimiento sustanciado de emociones, plasmadas en palabras, dichas en un susurro que brotan del fondo de mi Alma.

jueves, 25 de octubre de 2007

Espejo.

La imagen que me devuelve
el cristal del espejo por las mañanas.
Es mi realidad.

Las arrugas fuertemente marcadas,
una mirada deslucida, opaca
la sonrisa amarga y la piel reseca.
Las manos, cuarteadas por el paso de los años.

El hueco de la almohada, de donde,
se ha evaporado tu fragancia.
La sonrisa de mi niño adolescente
el cual, hubiera querido llevase tu sangre.

El reloj en la sala
con las manecillas rotas
refleja mi imagen,

¡Mi imagen!

El calendario deshojado,
marcando otoños idos
e inviernos sin ti.

Y mi reloj biológico indicando
que las simientes se han secado.

martes, 16 de octubre de 2007

Hasta que tus miedos desaparezcan.



Hasta que el último rayo de sol
que se vislumbra
en el horizonte de nuestras vidas;
O la pasión que yace
como un pecado sucio, escondida bajo la piel,
quede reducida a frías cenizas .

¡Te amaré!.

Porque así Dios lo quiso,
el corazón lo cobijó;
Y la vida con toda esa fuerza
que genera alrededor de ella
no la puede cambiar.

Aunque explote el mundo
en una guerra nuclear.
Así
te seguiré amando

Hasta que tus miedos desaparezcan.

Reminiscencias

Una canción de Jose L. Perales
inunda el corazón de recuerdos;
recuerdos que iluminan el rostro
de luz nostálgica
e inunda el pecho
de suaves fragancias a azahar.

Reminiscencias de un enorme caserón
rodeado de frescos corredores.

Una palabra
seguida de una frase
danzan en mi mente:

SIEMPRE…

“Una palabra muy larga”.

Rictus


Grita en silencio el corazón
ese dolor de amor
que ha jurado amordazar.
Grita en silencio y en el silencio

Retumba

haciendo eco en sus oquedades.

El Alma acurrucada, tirita.
Tirita de miedo, rabia y tristeza
mastica, rumiando su desazón.


Las lágrimas caen
dejan un testimonio salobre;
surca
quema las mejillas

y culminan

como un rictus

en la comisura de los labios
para ocultar
ese mortal
sentimiento de dolor.

Un día, cuando Yo ya no esté.

Un día cuando Yo ya no esté
Y mires el lecho frío, vacío,
abandonado
comprenderás el porqué muchas veces, agotada,
sólo reclamaba…
Un abrazo.
Un día, cuando abras el placard
y veas el espacio que ocupaban mis prendas;
Sabrás darle el justo valor
y entenderás porque llenaba más
el aroma al almuerzo del día,
que se desprendía de mis ajados y percudidos vestidos,
que la fragancia a perfume Francés
que buscabas alguna vez a la semana…
Fuera del hogar.
Un día
Necesitarás de un oído cómplice para descargar tus frustraciones del día;
Y sabrás el porqué
había momentos en que sólo necesitaba un beso en la frente
Alguna vez, cuando en un déja voú
creas oír mi voz en otra boca
aprenderás a valorar mis palabras
y escucharás a lo lejos
mis largos silencios en la lejanía.
Un día…
Cuando Yo ya no esté.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Tu cobardía.


Una tarde de domingo cualquiera

cuando el dolor de la soledad

llegue a tu corazón.

Sentirás la falta

y notarás mi ausencia.


Mirarás tus canas

y te preguntarás

como serían los niños

si los hubiéramos engendrado juntos.


¿Tendrían el color de sus ojos?,

¿o su risa cantarina?


- Querrás saber –


Verás atrás

y no serán mis huellas

las que estén al lado tuyo.


Invocarás al cielo

y te llenarás de preguntas,

más, será en vano reclamarle a la vida,


tu falta de valor.

Mi debilidad

Posee ojos color miel
detrás de unas tupidas pestañas
que lo esconden sutilmente
y cuando se asoman,
parecen titilar
como mil estrellas fugases.

Quiebra mi Alma
estruje mi corazón,
cuando acurrucado entre mis brazos,
y apretado a mi pecho
levanta la mirada y me mata de ternura.

Una boca roja, sensual
labios dulces, sabrosos
que no he encontrado en el mundo igual

Brazos fuertes y calidos
que me aprisiona el Alma
la vida, a los cuales
sin dudar, me entrego
con los ojos cerrados
aunque al abismo me lleve.

Mi debilidad…

Eres Tú.

sábado, 18 de agosto de 2007

Mientras te esperaba.

Mientras te esperaba...
Fueron pasando las horas, los días,
los años, las décadas.
Mientras te esperaba...
Mi piel ha perdido su tersura y suavidad,
opacándose el brillo de mis ojos.
Fueron tornándose
amargos mis besos.
Se hecho a perder hasta mi última simiente.
Mientras te esperaba...
El tiempo, implacable,
ha secado hasta la última gota de mis lágrimas.
Surcaron las arrugas mi rostro,
atrofiándose cada músculo de mi cuerpo,
doblándose con el peso de los años.
... Iba peinando mis canas.
Mientras te esperaba...
Fui dejando pasar un amor, una ilusión,
otra más.
Poco a poco quedándome sin ganas de vivir,
sin esperanzas.
Mientras te esperaba...
Lo único que se mantuvo intacto,
muy dentro de mí,
es este gran amor
en lo profundo de mi alma.

Rastros

Quedan aún los rastros
de tus huellas por mi Alma.
Quedó mucho dolor,
inmensas e incontenibles
ganas de llorar.

Siento en mi cuerpo el calor,
la ternura de tus caricias.
La fogosidad del último
encuentro…

Nuestras prendas, olvidadas,
tiradas, de la puerta…
A la habitación.

El fuego de esa pasión,
quemándome, como lava ardiente
discurriéndose en la piel.

Esa voz, tu voz, susurrándome en
el oído imcumplibles promesas
de amor.
Tus ojos, entornados, buscando
reflejarse en los espejos de los míos.

Más en vano busco, triste, en que rincón
ha quedado olvidado el sabor de tus besos.
Ese sabor con el cual despertaba, sudorosa,
tras un dulce sueño de amor.

¿Donde está,
dónde quedo?
¿Este será el sinuoso
y largo
sendero del olvido?.

Duelen tus recuerdos


Como duele el cuerpo

en la ausencia de tus caricias.

Como duele la boca

sin la dulzura de tus besos.


Las manos se ven vacías,

frías,

como el sepulcro.


Como duele el Alma

al sentir que me necesitas


Mucho más aún duele el orgullo,

humillado, herido

al sentirse desplazado


por el miedo.

Otoño.


El otoño cómplice con su tenue,
pertinaz llovizna, invita
a encender candiles perfumados
que dejan reflejar tus facciones
en un ambiente cálido, etéreo

Sutil

Como tu figura bajo las sábanas
esperando por mi presencia
que se hace desear
como ese beso de boca entreabierta
que se promete sabroso, generoso

Y aún no llega.

Evocaciones de
los dedos entrelazados, utilizados
como soporte para acometer
con mayor ardor, fuerza y pasión
en busca de la esencia misma
de mi Ser con ese fuego infinito,
abrasador que llevo dentro
y a pesar de todo

no se diluye con el paso

del tiempo.

Furtivo.


Has vuelto en la noche,
furtivo,
como un ladrón
envuelto entre las sombras.

Quedándote allí,
agazapado,
en el umbral de mi puerta
esperando un atisbo en la rendija
hasta colarte
y meterte de nuevo en mi corazón;
en mi sangre,
como una droga maldita
que se torna indispensable.

Te habías marchado…,
te desterré,
y

como un verdadero mago de la oportunidad
te metiste de nuevo en mi vida,
escabulléndote,
escurriéndote,
como agua de lluvia
entre las hojas de mis sentimientos.

¡Maldita flaqueza!

Maldito amor de juventud
Que se ha prolongado
hasta el invierno de mi vida.

martes, 14 de agosto de 2007

Aurora.


sábado, 11 de agosto de 2007

Acto final.


Quebrada la máscara
que cubría
el misterio de la intención.
Bajado el telón de esta vida
que no tiene razón de ser.

He decidido:

Dejar de vivir
en función de tus necesidades.
Disfrutar del viento
sin sentir frío
porque no estas ya
al lado mío.

Enceguecerme con otras luces
y no depender
del candil de tus ojos.

Beber, embriagarme
probar el sabor de otros vinos
sin esperar vanamente
del vinagre de tus besos

_aunque un día
me supieran a néctar de flores _

Y

Si alguna vez
mi corazón se constriñe;
vuelve a sentir
ese dolor tan característico
quemándome por dentro
y fluir lágrimas cansinas
rodar por mis mejillas

_signo inequívoco
de Tú necesidad de mí _

Secaré las lágrimas
con el dorso de las manos
sacudiré mi cabellera
para espantar los fantasmas.
te encomendaré a Dios
Y diré:

¡Qué pena!
El telón ha bajado.

Mas
ya no seguiré esperando por ti
para cazar
atardeceres en un retrato;
ni disfrutar Auroras.

Espectro.


El amor

Tú amor
Merodea como un recuerdo fantasmagórico.
Espectro cruel, que recorre todo mi ser
guadaña en mano
cercenado cada vestigio
cualquier atisbo de ilusión
que a intentado renacer en el corazón.

Alma.

Mi Alma
marioneta fría, quebrada
danza triste
colgada entre los dedos de su Creador.

Carmesí.

Lágrimas de sangre fluyen de mi interior
Y tiñen lentamente
el verde esmeralda de mis ojos.

Burka.

Te escondes tras ella
acechándome
rodeándome con tus brazos
lúgubres, impíos
haciendo de mi cotidianeidad
una vida

sin vida.

Como una pluma.


Quisiera ser una pluma
que el viento lleve
y deposite en tus hombros

y sin saberlo Tú

rodee tu cuello
y te bese en él

acaricie los oídos

afloje la corbata
desprenda la camisa.

Bajar
acariciando suavemente el torso
con la pluma
cual si fuera
la yema de mis dedos

Y detenerme en tu ombligo

desabroche el cinturón
e introduzca en el interior

Sentir tu virilidad eréctil
por las caricias y el deseo

Y allí,
al darte cuenta que soy YO,

traída por un dulce recuerdo

se entreabran tus labios
en una sonrisa
y sientas mi lengua buscando la tuya
con esas ganas de poseerme
y que me poseas

deleitándote
con los recuerdos de antaño
sintiendo de nuevo esa sensación
de placer y erotismo
de numerosos momentos de entrega.

Así

con esa sensación del deseo satisfecho
tomando la pluma de los recuerdos
con las dos manos
lanzarla de nuevo al viento
con un soplo de tu aliento

como un Dios

devolviéndome a la vida
donde

hace tiempo espero por Ti.

Carencias.

El dolor
se cierne y esparce
como ondas en el agua

recorriendo
cada rincón del cuerpo
entregándose
a la debilidad de la muerte.

El sentimiento
como un cándido adolescente
se sacude y renace
con el sólo atisbo de una sonrisa
como los brotes de cerezo
al finalizar el deshielo.

¡Débil órgano el corazón!

que no entiende de razones
ni la horrenda realidad
que la mente le hace notar
sin un ápice de compasión
ni sutilezas, como un espejo

la triste
cruel verdad

la falta de cariño.

Mazmorra.

Sentimiento que ata
que subleva, encarándolo a Dios
llenando las noches
de preguntas insolentes
Y a la vez rebaja
a lo más profundo del abismo

Cadenas.

Grilletes fríos
hierros candentes
lacerando la piel
carcomiendo hasta los huesos
buscando en cada oquedad
quedarse con lo poco que me sostiene
sin un porque

¡OH! sí, lo se

Por esta pasión desmedida
que se ha apoderado
hasta la esencia de mi Ser

Como un usurero: avaro
déspota y mezquino
sin percatarse
que desde el primer instante
en que nuestras Almas se cruzaron
ya se había llevado

¡Todo!

Mi maldición.

Que cada caricia que te prodiguen
lo sientas
como el más gélido gesto de un traidor.
Que cada beso, que des o recibas,
tengan el sabor y la amargura de la hiel.
Que tus brazos
sean como alambres de púas herrumbradas
del cual huyan despavoridos
al intentar cualquier acercamiento hacia ti.
Quisiera me necesitaras
de la misma manera que lo hice yo
Y te encuentres con una fortaleza inexpugnable
Y que ruegues, E implores,
Y nadie preste oídos a tu clamor.
Que tu cuerpo bulla, hierba de nostalgias,
con esos deseos tan profundos…
Que la sangre al circular por tus venas,
la sientas como rastrillo, arañándote,
cada milímetro las arterias
hasta llegar a tu corazón.
Y al llegar,
cada gota,
sientas como ácido quemándote la piel.

Vanidad.

Si Yo fuera Tú,
y me dieran a elegir,
tomaría esta mujer
que siente y piensa
como Tu.

Este cuerpo
que sólo vibra a Tu ritmo.

Estos ojos
que otean el horizonte
buscando
el brillo de los tuyos.

Elegiría:

Estas manos
que sólo desean acariciarte,
sentir esa piel
ese calor
que emana de Ti
cuando estamos juntos.

Esta boca entreabierta
esperando saborear
cual fruta madura
dulce
jugosa
deliciosa
el fresco sabor de Tu boca.

Si me dieran a elegir por Ti…

Elegiría:

El camino que toman mis pasos;
pasos firmes,
buscando sólo Tu bienestar
que va siempre un paso adelantado
apartando las piedras del camino
con las que por ventura o desgracia
pudieras tropezar.

Si me dieras a elegir

Me tomaría a Mí
para Ti

porque Soy todo lo que necesitas

Aunque no te des cuenta.

Simplemente Mujer


Quisiera
despojarme de la mascara
que recubre mi fortaleza
y demostrarte mi debilidad.

Quisiera
simplemente
apoyar mi cabeza en tu pecho,
aspirar tu perfume,
sentir tu calor
y que me abraces fuertemente.

Quisiera dormir
y que tu
con un susurro en el oído
me despiertes
y me digas estoy aquí.

Quisiera
dejar de lado el orgullo,
la vanidad femenina
y correr a buscarte.

Quisiera liberarme de falsos pudores
y ser yo misma,
toda sensualidad
y ternura para ti.

Quisiera
cerrar lo ojos
y que al volver a abrirlos
estés al lado mío
sin preguntar nada.

Quisiera despojarme
del titulo de señora,
madre,
compañera,
amiga

y ser...

sencillamente una mujer
que sufre,
ama,
desea....

Simplemente ser.

Madura, corazón, madura.

Atrás ha quedado
la candidez de la adolescencia.
Y tú
Aún te exaltas con esa voz
En el teléfono.

Has sentido en las madrugadas
la angustia de una madre
por el hijo que no llega.

La desesperación
cuando no ha sabido
de dónde conseguir lo que faltaba
para pagar “esa deuda”

El dolor que produce
descubrir la perfidia
instalada bajo una máscara hipócrita.

…Y Tú

No aprendes.
No maduras.

Sentiste
el galopar apasionado del deseo

La lujuria
desbordándote por esa pasión
exacerbada.

Y aún así

Insistes
en ese sentimiento
que no te ha sabido corresponder.

Te derrites de ternura
con una sonrisa,
por esos ojos color de miel.
el roce de esa mano
que ni siquiera
se acerca a una caricia.

¡Ojalá acataras órdenes!

siquiera
una sola vez escucharas
obedecieras sumiso
y dejaras de Amar.

¡Vamos Corazón, madura!

… Y al amanecer
renaces con el sol

floreces
en la esperanza de la entrega

y en la noche
mueres de tristeza
con cada lágrima derramada.



Maria Verónica.

Ansias.


Son muchas las ansias

que tengo de ti...,


¡Tantas!


Mi alma vaga por las noches

tratando de encontrarte

en mis sueños.


Tantas,

que busco tu rostro

por donde voy.


Son tantas las ansias

que escucho a cada instante

tu voz en otra boca.


Tiemblan mis manos

por el solo hecho

de pensar en acariciarte.


Tantas,

que mi cuerpo vibra,

se estremece, al evocarte.

Grita,

se agita,

te desea.


Son tantas las ganas...


Que mis brazos

rodean el vacío...


Al no poder tenerte.

Caminos diferentes


He pasado
las semanas mas largas de mi vida.

He vivido
las horas mas dolorosas.

Han transcurrido
los minutos más tristes.

Y todo esto

lo pase en la angustia
en el silencio de los amaneceres
y la soledad de los atardeceres.

No quiero creer
no puedo reconocer
que después de tanto amor

del mutuo amor…

de nuevo hayamos tomado
caminos diferentes.

La Franqueza.


La frase
sonó como un látigo
que duele, hiere,
lastima
¡Mata!.
Al lograr salir del estupor,
la confirmación de la frase...

Y el corazón
sintió la fuerza de la expresión,
el peso de cada palabra.
El dolor surgió y quedo
como la quemadura de un hierro sobre la carne,
lacerante, latente como el pulso.
Las lágrimas
rodaron suaves, cálidas,
saladas, sobre las mejillas
Inherentes al dolor
que el corazón sentía.
La mentira duele, lastima.
Hace que se pierda la confianza,
la amistad, el cariño
y hasta el amor.
Pero hay veces que la franqueza,
la sinceridad,
de igual manera que la mentira,
produce mayores daños,
¡Mata!.
Mata el entusiasmo,
ilusiones, fantasías
la esperanza.
Mata la muerte misma.
Porque desde antes de escuchar la fatídica frase
ya me sentía muerta en vida.

Desesperanza.

Atesoré tu sonrisa
a lo largo de todas estas noches
como un faro
para no perder el rumbo;
Que me ayude a seguir…

Y a pesar mío

se va diluyendo
como humo en el viento.

Mas el Alma se cansa
y no da para seguir
Ruego
que el tiempo transcurra
más rápido, veloz
como el pensamiento que me lleva a Ti

Que acabe pronto
porque ya no existe esperanza
tengo certeza de que en esta vida
ya no volverás a mi lado

De que ya esta vida;

es una vida
sin vida.


29 – 05 – 2007. Maria Verónica.

Deseo.

Deseo.

Con el aire enrarecido
por el recuerdo de tu perfume
y el corazón
latiéndome aceleradamente al sentirlo
se me eriza la piel
la sangre bulle, estalla
llenando las arterias con tu nombre

Es el deseo.

Deseo de tus caricias
surcando mis senos, tu boca
tu piel, tu aroma
la locura de tu cuerpo sobre el mío
el tiempo deteniéndose por dentro.

Y afuera, por fuera

¡¡LA VIDA!!.


07 – 06 – 2007. Maria Verónica.

Recuerda que no te olvido.


¿Sabias que?:

¿El silencio
no esta vacío de sonido
Ni el olvido,
Carente de recuerdos?.

Recuerda,
Que no te olvido.

Al apagar las luces,
por la noche
mi corazón se enciende
y los latidos retumban
llenando mi pecho
embotando mis sentidos.

Mis manos buscan a tientas,
cual las de un ciego
intentando sentir tus caricias

Y mi cuerpo,
al sentir acercarse
un nuevo ciclo de luna
se agita, vibra
queriendo sentir el calor
la tersura de tu piel.

Por eso, vida
aunque mis silencios sean largos
y no me sientas;

Recuerda siempre, que no te olvido.


20 – 07 – 2007 Maria Verónica.